Educación preescolar | Importancia de la educación inicial y su acceso para todos los niños chilenos

¿Qué es la educación preescolar y por qué es importante?

La educación preescolar es una etapa educativa que abarca desde los 0 a los 6 años de edad y que tiene como objetivo favorecer el desarrollo integral de las niñas y los niños en todos los aspectos: físico, cognitivo, emocional, social y moral. Es fundamental para sentar las bases del aprendizaje futuro y para reducir las brechas de desigualdad que afectan a las poblaciones más vulnerables.

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La educación preescolar se basa en el juego, la exploración y el aprendizaje práctico como formas de estimular el cerebro y las habilidades de las niñas y los niños. También promueve la interacción con otras personas, lugares y objetos del entorno, lo que enriquece su cultura y su autonomía. La educación preescolar es una prioridad mundial que está incluida en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, que busca garantizar el acceso a una educación preescolar de calidad para todas las niñas y los niños.

La educación preescolar tiene beneficios tanto para la niñez como para los países. Para la niñez, mejora su bienestar, su rendimiento escolar, su autoestima y su capacidad de adaptación. Para los países, aumenta la eficacia y la eficiencia de los sistemas educativos, el crecimiento económico y la cohesión social.

La situación actual de la educación preescolar en Chile: cobertura, calidad y desafíos

La educación preescolar es un nivel clave para el desarrollo integral de los niños y niñas, y para la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Sin embargo, en Chile, este nivel enfrenta varios desafíos que limitan su potencial y su calidad. En este artículo, se analiza la situación actual de la educación preescolar en Chile, considerando tres aspectos fundamentales: la cobertura, la calidad y los desafíos.

Cobertura

La cobertura se refiere al porcentaje de niños y niñas que acceden a la educación preescolar, ya sea en salas cuna, jardines infantiles o establecimientos escolares. Según el Informe de Caracterización de la Educación Parvularia 2021, la cobertura neta del nivel preescolar alcanzó el 51,7% en 2020, lo que significa que más de la mitad de los niños y niñas entre 0 y 6 años asistieron a algún tipo de educación preescolar. Sin embargo, este porcentaje varía según el tramo etario, siendo más alto en el nivel medio mayor (4 años) con un 88,9%, y más bajo en el nivel sala cuna menor (0 a 1 año) con un 14,8%. Además, existen brechas territoriales y socioeconómicas que afectan el acceso a la educación preescolar, especialmente en zonas rurales y en los quintiles más vulnerables.

Calidad

La calidad se refiere al nivel de aprendizajes y desarrollo que logran los niños y niñas en la educación preescolar, así como a las condiciones pedagógicas, curriculares e institucionales que lo favorecen. Según el artículo Desafíos de la educación preescolar en Chile, la calidad de la educación preescolar en Chile es heterogénea y depende de factores como el tipo de provisión (pública o privada), la formación y experiencia de los docentes y asistentes, el cumplimiento de las normas de infraestructura y seguridad, el diseño e implementación del currículum, la participación de las familias y la comunidad, y la evaluación y retroalimentación de los procesos educativos.

Estos factores influyen en el logro de los objetivos generales de la educación parvularia, que son: promover el desarrollo integral de los niños y niñas; favorecer el desarrollo de su identidad personal y social; estimular el desarrollo de sus capacidades cognitivas, comunicativas, artísticas, físicas y socioemocionales; fomentar el respeto por la diversidad cultural, étnica, lingüística y de género; y facilitar su transición al nivel escolar.

Desafíos

Los desafíos se refieren a las metas y acciones que se requieren para mejorar la situación actual de la educación preescolar en Chile, tanto en términos de cobertura como de calidad. Algunos de los desafíos identificados por los autores consultados son: ampliar la oferta pública y gratuita de educación preescolar, especialmente en los niveles sala cuna y medio menor; fortalecer la formación inicial y continua de los docentes y asistentes del nivel; mejorar las condiciones laborales y salariales del personal educativo; revisar y actualizar el currículum nacional de educación parvularia; implementar sistemas de aseguramiento y mejora de la calidad; promover la participación activa y efectiva de las familias y la comunidad; e integrar la educación preescolar al sistema educativo nacional, evitando el acoplamiento o reproducción de las desigualdades que afectan a la educación escolar.

Las políticas públicas para promover y garantizar el derecho a la educación preescolar

La educación preescolar es un derecho humano que beneficia el desarrollo integral de los niños y las niñas. Sin embargo, muchos países no garantizan el acceso gratuito y universal a este nivel educativo, lo que genera desigualdades y exclusión. En este artículo, analizaremos las políticas públicas que se han implementado en diferentes regiones para promover y garantizar el derecho a la educación preescolar, así como los desafíos y las oportunidades que se presentan para avanzar hacia una educación de calidad para todos y todas.

Los beneficios de la educación preescolar para el desarrollo integral de los niños y niñas

¿Sabías que la educación preescolar es una etapa clave para el desarrollo integral de los niños y niñas? En este artículo te contamos algunos de los beneficios que tiene esta modalidad educativa para el crecimiento físico, cognitivo, emocional y social de los más pequeños.

La educación preescolar es aquella que se imparte a los niños y niñas desde los 3 hasta los 6 años de edad, antes de ingresar a la educación primaria. Su objetivo es estimular el desarrollo de las capacidades y habilidades de los niños y niñas mediante actividades lúdicas, creativas y participativas que favorezcan su aprendizaje.

Algunos de los beneficios de la educación preescolar son:

  1. Mejora el desarrollo cerebral: Los primeros años de vida son fundamentales para la formación de las conexiones neuronales que determinan el funcionamiento del cerebro. La educación preescolar ofrece a los niños y niñas oportunidades de estimular su inteligencia, memoria, atención, lenguaje y pensamiento lógico-matemático a través de juegos, canciones, cuentos y otras actividades.
  2. Fomenta la socialización: La educación preescolar es un espacio donde los niños y niñas aprenden a relacionarse con sus pares y con los adultos, a respetar las normas, a compartir, a cooperar, a expresar sus emociones y a resolver conflictos. Estas habilidades sociales son esenciales para el desarrollo de la autoestima, la empatía y la convivencia.
  3. Promueve la autonomía: La educación preescolar ayuda a los niños y niñas a adquirir hábitos de higiene, alimentación, orden y seguridad que les permiten cuidar de sí mismos y de su entorno. También les brinda la posibilidad de explorar, experimentar y tomar decisiones sobre sus intereses y preferencias, lo que favorece su independencia y su sentido de identidad.
  4. Prepara para la educación primaria: La educación preescolar facilita la transición de los niños y niñas a la educación primaria al prepararlos para los retos académicos que enfrentarán. La educación preescolar les enseña a seguir instrucciones, a trabajar en equipo, a desarrollar su creatividad y su pensamiento crítico, y a adquirir conocimientos básicos sobre el mundo natural, social y cultural.

Como puedes ver, la educación preescolar es una inversión en el futuro de los niños y niñas que contribuye a su bienestar integral. Por eso, te invitamos a apoyar esta etapa educativa y a aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece para el desarrollo de tu hijo o hija.

Cómo apoyar desde la familia y la comunidad el proceso educativo de los niños y niñas preescolares

La educación inicial es una etapa fundamental para el desarrollo integral de los niños y niñas, que abarca desde el nacimiento hasta los seis años de edad. Durante este periodo, se establecen las bases cognitivas, emocionales, sociales y físicas que les permitirán enfrentar los retos futuros de la vida.

La familia y la comunidad son los primeros agentes educativos que influyen en el aprendizaje y el bienestar de los niños y niñas preescolares. Por eso, es importante que se involucren activamente en su proceso educativo, tanto en el hogar como en la escuela y en el entorno social.

¿Qué beneficios tiene la participación de la familia y la comunidad en la educación inicial?

  • Favorece el desarrollo de vínculos afectivos entre padres, madres, hijos e hijas, que fortalecen la autoestima, la confianza y la seguridad de los niños y niñas.
  • Permite conocer las necesidades, intereses, potencialidades y dificultades de los niños y niñas, y ofrecerles apoyo adecuado y oportuno.
  • Estimula el desarrollo de habilidades cognitivas, lingüísticas, motrices, artísticas y sociales de los niños y niñas, a través de actividades lúdicas, creativas y significativas.
  • Promueve la comunicación, el respeto, la colaboración y la solidaridad entre la familia, la escuela y la comunidad, creando un clima de convivencia positivo y democrático.
  • Contribuye a la prevención y atención de situaciones de riesgo o vulnerabilidad que puedan afectar el desarrollo integral de los niños y niñas.

¿Qué estrategias se pueden implementar para apoyar el proceso educativo de los niños y niñas preescolares desde la familia y la comunidad?

  • Establecer una relación de confianza, diálogo y coordinación con los docentes y otros profesionales que atienden a los niños y niñas en la escuela.
  • Participar en las actividades que organiza la escuela para informar, orientar y capacitar a las familias sobre temas relacionados con la educación inicial.
  • Acompañar a los niños y niñas en sus tareas escolares, respetando su ritmo, estilo y autonomía de aprendizaje.
  • Fomentar hábitos de lectura, escritura y expresión oral en los niños y niñas, leyéndoles cuentos, conversando con ellos y ellas, escuchando sus opiniones e ideas.
  • Proporcionar a los niños y niñas espacios, materiales y tiempos para jugar libremente, explorar su entorno, expresarse artísticamente y resolver problemas.
  • Involucrar a los niños y niñas en las actividades cotidianas de la familia y la comunidad, como preparar alimentos, cuidar plantas o animales, visitar lugares culturales o naturales.
  • Reconocer y valorar los logros, esfuerzos y progresos de los niños y niñas, así como sus diferencias individuales y culturales.

La participación de la familia y la comunidad en la educación inicial es un derecho y una responsabilidad compartida que beneficia a todos los actores involucrados. Por ello, se requiere un compromiso permanente para apoyar el proceso educativo de los niños y niñas preescolares desde una perspectiva inclusiva, integral y holística.

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